jueves, 1 de diciembre de 2011

Hoy va a ser una clase muy dura

Algunos de mis alumnos se disponen a estirar y otros a calentar sus articulaciones más delicadas, en 3º de la ESO no acostumbran a que una clase de E.F. sea “dura”.
-          No estiréis, poneros cómodos, sentaros, hoy vamos a pensar.
Perplejos, estupefactos algunos, incrédulos otros obedecen pese a que llevan 3 horas de clase sentados y seguramente esperaban correr un poquito o continuar con vóley como la semana anterior.
-          ¿Cogemos el libro?
-          No, no hace falta.
-          Con lo que os he dicho, ¿cómo pensáis que va a ser la clase? ¿cuál creéis que es la mejor forma para pensar?
-          Hacer preguntas y responderlas -dice Alex.
-          Proponer un tema y hablar de él -responde otra chica.
-          Vale es una forma de pensar, ¡muy bien!-hago una pausa y pregunto: ¿cómo creéis que eran las clases hace 2.000 años? No había ni libros, ni baloncesto, ni fútbol, ¿cómo aprendía la gente?
-          Les enseñaban sus padres -vuelve a responder Alex.
-          Si, y aprendían de lo que veían –contesta otro.
-          Vale, vais muy bien encaminados, pero hoy vamos a hacer un pequeño debate, primero vamos a ver cuál sería para vosotros la escuela o el colegio ideal, y luego dependiendo de los grupos que se formen, vamos a debatir y argumentar nuestras razones ordenadamente ¿de acuerdo?
Surgieron varias propuestas a lo largo de diez minutos, pero principalmente distinguimos 3 grupos, los partidarios de hacer la escuela en casa y que los padres sean los profes, los que prefieren al profesor (aunque no tienen muy claro donde debería estar la escuela) y los que opinan que no debería haber escuela.
A lo largo del debate surgieron ideas muy interesantes, pero sobre todo trabajamos la reflexión sobre la utilidad de la educación, el papel pasivo del alumnado que se suele adoptar en la actualidad, y su pasotismo y desinterés por su educación. Los últimos diez minutos de la clase intenté extrapolar las conclusiones a las que habíamos llegado para aplicarlas al deporte y a la salud, haciéndoles ver que la búsqueda de espacios y planteamientos tácticos son otra forma de inteligencia (ni mejor ni peor que los conocimientos teóricos), que el trabajo en equipo, la cooperación, el compañerismo y el respeto son valores supeditados a este tipo de inteligencia. Pero que sobre todo, intenten a partir de ahora no ser esos sujetos pasivos de los que hablábamos antes y que se conviertan en personas críticas, y que tienen mucho que decir en su educación.

1 comentario:

  1. Muy interesante tu propuesta Luis, seguro que con esta clase te has ganado que esten muy atentos e involucrados con las próximas clases y con el resto del curso.

    Felicidades¡¡¡

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