domingo, 1 de junio de 2014

¿Funcionan las dietas disociadas?

Se acerca el verano y volvemos a pensar en cómo nos quedará el bañador de la temporada pasada, y si se notarán mucho esos dos kilos. Antes de decantarte por seguir algún tipo de dieta, sobre todo si es una dieta disociada, esperamos que leas este artículo y te ayudemos a comprender como funcionan este tipo de dietas.

¿Qué son?

Las dietas disociadas son aquellas que se basan en el consumo de alimentos, separando sus principales nutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas). Hay muchos tipos, por ejemplo la dieta que propone comer separados hidratos de carbonos y grasas, otra que propone comer proteína separada de hidratos de carbono… entre las mas famosas está la dieta Montignan, o la dieta de Hay.

Es posible que la pérdida de peso en la gente que la sigue sea real, pero esta disminución del peso es un espejismo, ya que se basan principalmente en la pérdida de agua y de glucógeno (almacenado a nivel muscular y hepático) que es el que nos proporciona energía entre comida y comida. Esta pérdida de peso es fácil de explicar, al perder el placer por la comida y la gastronomía, aunque te digan que puedes comer lo que quieras de jamón serrano, al final lo aborreces, y comes menos. Al comer menos calorías, adelgazamos. Al recuperar nuestra dieta habitual, recuperamos el peso.


Ahora bien, ¿son equilibradas?

No cambia nuestros hábitos alimentarios, y si antes comíamos mal, ahora comeremos igual, pero sin mezclar el chocolate con el pan, o el chorizo con la pasta, o el jamón con el pan. Si de verdad queremos mejorar nuestra dieta, empecemos por los hábitos, esa es la clave.

Las dietas disociadas se basan en la mal absorción de los nutrientes al tomarlos de forma separada, es decir, algunos nutrientes se absorben peor, por lo que los aprovecharemos menos, y nuestro organismo funcionará “peor” que siguiendo una dieta equilibrada normal.

Por poner un ejemplo, el hierro, se absorbe mejor si el pH del estómago es más ácido, por lo que tomarlo con alimentos ricos en ácido ascórbico (vitamina C)  como las fresas o el kivi, favorecerán su absorción. Otro ejemplo, los únicos alimentos que tienen un solo nutriente, son el azúcar de mesa, que tiene sacarosa. Y el aceite, que solo tiene grasa. El resto de alimentos son una mezcla de hidratos, proteínas, ácidos grasos, minerales… no tiene sentido pues justificar la ingesta por separado de alimentos en base a no mezclar macronutrientes cuando todos los alimentos, excepto el azúcar y el aceite, tienen una mezcla de nutrientes.

Dependiendo del tipo de dieta disociada, provocará además unos efectos diferentes en nuestro organismo, por ejemplo acidosis metabólica, catoacidosis (en las dietas hiperprotéicas o tipo Atkins), hiperglucemia (al ingerir un exceso de hidratos de carbono, sobre todo azúcar)  y estas consecuencias a su vez incidirán claramente de manera negativa en nuestro estado de salud.

Como conclusión, podemos decir que es complicado que las dietas disociadas sean equilibradas, y siempre han de estar rigurosamente controladas por un profesional que nos garantice que nuestro estado de salud no está en juego. Y en cuanto a su eficiencia, si entendemos que el objetivo de la dieta es mejorar la salud, diríamos que no son la mejor manera de adelgazar. Yo te propongo otras formas de combatir el sobrepeso, como son el ejercicio físico, y aumentar el consumo de otros alimentos más cardiosaludables como frutas, verduras y hortalizas. Más cercanos a la dieta mediterránea, y que además si nos van a permitir disfrutar de una vida más longeva y de calidad.

Abandona la idea de que un determinado tipo de dieta famosa puede ayudarte, porque lo que buscas es tu dieta, no una dieta cualquiera. Buscas aquella dieta que puedas mantener el resto de tu vida y a la vez te mantenga en tu peso ideal. No es fácil. Selecciona los mejores alimentos y la mejor forma de cocinarlos. Claro que puedes darte algún capricho de vez en cuando, pero piensa también que un paseo a ritmo rápido puede ayudarte a quemar esos excesos, a sentirte más enérgico y a dormir mejor.

Lecturas recomendadas:
n       Guía de la alimentación saludable. SENC, Madrid 2004.

n       Dietas y productos mágicos.  Valera Mosquera, G. y cols. INUTCAM, 2009.

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